No tiene que ser el Día de San Valentín para expresar nuestros sentimientos más profundos a esa persona especial, puede ser cualquier día esa ocasión especial. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que con un hermoso poema de amor? La poesía ha sido, desde siempre, el lenguaje del alma y del corazón. Si buscas sorprender a tu pareja con palabras llenas de emoción y romanticismo, aquí te presentamos una selección de los mejores poemas románticos para dedicar en este día tan especial.
1. «Soneto XVII» – Pablo Neruda
Este icónico poema del poeta chileno Pablo Neruda expresa un amor profundo y sincero, con versos como: «Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde». Es ideal para quienes buscan una declaración de amor apasionada y eterna.
No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.
2. «Amor eterno» – Gustavo Adolfo Bécquer
Uno de los poemas románticos más famosos en la literatura española, con versos que reflejan un amor inquebrantable: «Podrá nublarse el sol eternamente, podrá secarse en un instante el mar». Perfecto para demostrar que el amor verdadero trasciende el tiempo.
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.
3. «Te quiero» – Mario Benedetti
Este poema es un canto al amor cotidiano y sincero, con una belleza simple pero poderosa: «Tus manos son mi caricia, mis acordes cotidianos». Ideal para quienes valoran la compañía y complicidad en el amor.
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero
y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola
te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
4. «Poema XX» – Pablo Neruda
Otro clásico de Neruda, famoso por su nostálgico comienzo: «Puedo escribir los versos más tristes esta noche». Es una opción perfecta para quienes han vivido un amor intenso y quieren recordarlo con melancolía.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
5. «Contigo» – Luis Cernuda
Este poema habla de la necesidad y el deseo de estar junto a la persona amada. Sus versos transmiten ternura y pasión, haciendo de él una opción ideal para San Valentín.
¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?
6. «Rima XXI» – Gustavo Adolfo Bécquer
En este poema, Bécquer responde a la pregunta «¿Qué es poesía?», con la hermosa línea: «Poesía… eres tú». Un poema corto pero con una declaración de amor inolvidable.
¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.
7. «Si me quieres, quiéreme entera» – Dulce María Loynaz
Este poema es una oda al amor incondicional y sin condiciones. Es ideal para expresar el deseo de ser amado por completo, con luces y sombras.
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!
Si me quieres, no me recortes:
¡quiéreme toda… o no me quieras!
8. «No te amo como si fueras rosa de sal» – Pablo Neruda
Este poema pertenece a los famosos «Cien Sonetos de Amor» y es perfecto para quienes buscan expresar un amor auténtico y sin adornos artificiales.
No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.
9. «Bella» – Russel Quiam
Haciendo una pequeña excepción, este poema es de tu servidor, autor de este sitio web, poema escrito con amor e inspiración para una persona especial.
Tu belleza es la mejor realidad,
te miro, y no dejo de pensar,
─ ¿qué más podría pasar,
si me llegara a enamorar?
Mientras te describo
quédate callada,
que el tiempo pasa
y no habrá mañana.
Ese hermoso lienzo,
blanco como la espuma,
que, pintado con tu semblante,
excede los límites del arte.
Tu nariz finamente torneada,
tu cabello como olas oscuras,
radiantes cual rayo del sol,
bañando tus blandas orejas,
más suaves que el algodón.
Mato la soledad
con el filo de tu mirar,
y aquellas nubes rojizas,
tus mejillas, quisiera rozar.
Como fruta del paraíso,
son tus labios celestiales,
y para iluminar mis mares,
son tus ojos de zafiro.
Piel tan llena de pureza,
anatomía que alucino,
intentando mantener la cordura,
me ahogo en un desvarío.
Tu aliento ventiscas de cielo,
tus manos que brindan arrullo,
tu sonrisa, divina armonía,
y tu voz, perfecta sinfonía.
10. «Para mi corazón basta tu pecho» – Pablo Neruda
Un poema lleno de intimidad y ternura que describe la cercanía y conexión emocional entre los enamorados.
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.
He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.
Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.
Conclusión
La poesía es un regalo que trasciende el tiempo y las palabras. Dedicar un poema en ese día especial es una manera única y hermosa de expresar el amor. Ya sea un clásico de Neruda, Bécquer o Benedetti, cada uno de estos poemas tiene la magia necesaria para emocionar a esa persona especial.
¿Qué poema romántico agregarías a esta lista? ¡Déjalo en los comentarios y comparte el amor con poesía ese día tan especial! ❤️
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